jueves, 2 de septiembre de 2010

REFLEXIONANDO EN LA LECTURA Y LA ESCRITURA COMO TRANSFORMADORAS DE VIDA
Hoy la lectura y la escritura se han convertido en un dolor de cabeza tanto para estudiantes como para docentes, entonces, ¿cómo pretendemos formar lectores y escritores que se apasionen por la lectura y la escritura, cuando nosotros ni siquiera somos capaces de leer y escribir?
Esta es la razón por la cual hoy la escuela afronta una gran crisis en la formación de lectores y escritores, pues no hay ejemplos a seguir ni motivación en la lectura y la escritura, pues estas son tan solo mecánicas y repetitivas.
Es así como la lectura de “Leer y escribir como experiencias corporales” por Clara Cuervo, nos llevo a cuestionar nuestro quehacer docente en cuanto a la formación de lectores y escritores que deseamos pues, nuestra sociedad espera lectores y escritores sensibles, incluyentes, respetuosos y dialógicos, y para que esto se logre entonces, “¿qué requiere esta formación?”.
Para contestar a este cuestionamiento Cuervo nos hace reflexionar a través varias consignas en donde el docente, como esa supuesta figura mediadora y digo supuesta porque es aquí en donde debemos empezar primero a preguntar y reflexionar, en cuanto me ha afectado a mi la lectura y la escritura, me ha conmovido, me ha transformado, me ha frustrado o simplemente soy apático a ella.
Estas consignas son de gran valor, ya que nos llenan de retos y nos llevan a reflexionar en nuestro quehacer por ejemplo la consigna “la letra con sangre entra”, nos lleva a viajar en el tiempo, a imaginarnos esa profesora de traje oscuro, regla en mano y mirada de brava, a la cual todos le temíamos, y no nos atrevíamos a hablar en clase o a reírnos por temor a un reglazo o un regaño, por otro lado esta consigna lo que pretende según Cuervo es que el estudiante aprenda a leer y escribir a través del dolor, la burla, agresión, rechazo, menosprecio, a lo cual y sin querer tal vez hacemos en clase como por ejemplo la lectura en voz alta o la escritura mano escrita como esas planas que se vuelven tan mecánicas y aburridas o también el típico “escriba 10 oraciones…” que no tienen ningún sentido para los niños.
Todo esto lleva a que el estudiante odie leer y escribir, pues esto no tiene sentido para ellos y también a que le provoque miedo, ira, tristeza, y antipatía.
Otra de las consignas que nos pareció muy importante es la que tiene que ver con el hábito de leer y escribir, pues la lectura y la escritura no deben ser costumbres y hábitos como lo expresa Pierre Bourdieu "el hábito se considera en forma espontánea como algo repetitivo, mecánico, automático, más reproductivo que productivo", pues creemos que la lectura y la escritura nos deben llevar a pensar, a transformar, a sentir, a conmover. De aquí que la consigna “experiencia, cuerpo y formación”: sea también tan importante porque es a través de las experiencias que damos a conocer lo que sentimos, lo que nos afecta, lo que odiamos, lo que amamos y que más que la lectura para conocer y experimentar y la escritura para dar a conocer sueños, anhelos y frustraciones.
Por esta razón no llevemos a nuestros niños a ser "consumidores de la lectura y la escritura" como nos lo dice Estanislao Zuleta, sino más bien llevémoslos a ser transformadores de sus vidas, de sus mundos y todo esto a través de la magia que tiene la lectura y la escritura.
Finalmente, en palabras de Clara Cuervo “Ser lector y escritor es abrirse a la vida con los sentidos y las emociones corporales para formarnos y transformar nuestro ser y por ende a la vida”.

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